Es fácil acomodarse a un estilo de vida que va de la mano de una rutina. Creo que por instinto natural, siempre buscamos un estado de confort que nos “garantiza” seguridad. Sin embargo, hemos hablado o pensado en varias metas y actividades que queremos hacer antes de morir: ejecutar una idea, bajar de peso, dejar de fumar, viajar, ganar más dinero, etc. La pregunta es: “cuándo vamos a empezar?”
Las excusas son excusas:
Lastimosamente, tenemos la habilidad de crear pretextos para argumentar nuestra falta de acción hacia nuestros propósitos o metas. Anotamos varios recordatorios o «stickies» de actividades que debemos hacer pero llevan ahí varios meses (o hasta años). Las excusas más famosas con las que nos engañamos incluyen la falta de dinero, tiempo, conocimiento, o valentía.
El paso más importante: Empezar
Todas nuestras metas requieren nuestra iniciativa, no dependamos de los demás. Empezar una meta no significa que ya contamos con todos los recursos o conocimiento para llevarla a cabo. Todo lo contrario. Significa empezar a investigar, llamar, y planear.
Y luego?
Recomiendo hacer una tabla muy simple que organiza nuestras metas, fechas, métodos y seguimiento. Los invito a registrar 3 propósitos. Impriman este papel y péguenlo en alguna parte que frecuentan pasar en el día. Este es un ejemplo:
Hay una frase famosa: «No nos arrepentimos de lo que hacemos, sino de lo que dejamos de hacer.» Con un poco de orden y disciplina podemos iniciar el proceso para llevar a cabo nuestras metas. Puede que no se cumplan todas nuestras metas pero prefiero tener el 80% de la solución que el 100% de un sueño.