La forma como manejemos una conversación determinará el resultado de esta. Es fácil caer en la tentación de expresar o desahogar todo lo que pensamos. Sin embargo, recomiendo utilizar bien nuestras «cartas» empezando con el arma más fuerte pero que poco recordamos: escuchar primero. Cuál es el impacto de utilizar esta ventaja y cómo sacarle el mayor provecho?
En el trabajo: Encontrar su mayor debilidad.
En el caso de querer presentar o vender una idea, la mejor forma de hacerlo es primero oír la situación del otro y conocer cómo maneja actualmente el problema que le estamos tratando de resolver. Encontrarán los puntos más dolorosos los cuales se deben enfocar. Con compañeros de trabajo, déjenlos hablar primero y descubrirán sus mayores preocupaciones o debilidades los cuales ustedes podrán complementar o ayudar. No volverán a preparar un «discurso» para sus reuniones con puntos inútiles, sino que tendrán contenido improvisado con 100% de calidad.
En las relaciones: Su mayor importancia.
Con nuestra pareja, amigo o familiar es más fácil olvidar esta gran arma de escuchar primero ya que estamos en un ambiente más cómodo. Por esta razón, solemos interrumpir, alzar la voz o decir cosas que después nos arrepentimos. Recomiendo oír atentamente y determinar los 2 o 3 puntos más importantes que el otro está expresando. De esta manera, tendremos el poder de dar una solución teniendo el punto de vista de ambos lados.
«Cabeza caliente»? Enfriarla primero.
En situaciones difíciles, tenemos la tentación de hablar y expresar todo en nuestro primer turno. Al hacerlo, nos quedamos sin ningún argumento o soporte. En cambio, al suministrar poco a poco nuestra opinión, tendremos siempre un «as bajo la manga». Es más fácil decirlo que hacerlo, pero si controlamos nuestros sentimientos en aquellos momentos de ira, tendremos la ventaja de manejar la conversación y eventualmente dar una solución.
Tenemos dos oídos y una boca, deberíamos utilizarlos proporcionalmente. Una conversación es un juego de información e identificar los aspectos claves nos dará una ventaja enorme en nuestro turno de hablar. A la gente le encanta ser escuchada y existen pocas personas con ese talento de saber oír. Los invito a que utilicen esta poderosa arma en su siguiente conversación laboral o personal y descubrirán que «para saber hablar es preciso saber escuchar» (Plutarco, Historiador Griego).