La cruda verdad es que la gran mayoría de negocios fracasan. Si nos ponemos a leer casos de éxito, encontraremos miles de métodos y diferenciadores que los emprendedores han utilizado. Sin embargo, no existe una fórmula mágica. En mi opinión, todos estos casos de éxito tienen algo en común, mi papá lo ha bautizado como «El Factor X».
Pegarle al perro, le sonó la flauta, dio en el clavo…
Vemos personas que han creado grandes imperios sin recursos, conocimiento o planeación. Por lo tanto, creemos que la única razón de su éxito es que hayan tenido suerte. Podemos recrear exactamente cada movimiento de estos emprendedores, aun así, podemos no tener éxito. Entonces significa que si no somos personas con suerte, no seremos triunfadores?
Después de todo, qué es la suerte?
Creo que la suerte es la composición de dos ingredientes: Evento y Momento. «Evento» se entiende como una acción y «Momento» como el instante en el que se necesitaba aquel «Evento». Cuando estos dos factores se encuentran, grandes resultados se producen. Un simple ejemplo es la lotería Baloto. Los ganadores tuvieron que haber ido al sitio de compra y adquirir un tiquete, de lo contrario, tenían 0% de probabilidad de ganar.
Cómo tener más suerte?
Teniendo en cuenta mi teoría, difícilmente podemos controlar los Momentos. Sin embargo, si aumentamos la frecuencia de nuestros Eventos (acciones), tenemos más probabilidad de tener suerte. Intentar una y otra vez nuevos proyectos y nuevas ideas hará que en alguna oportunidad conectemos con el Momento perfecto.
Para terminar, realmente no sé la definición precisa del Factor X. Algunos lo llaman suerte, oportunidad, «timing», etc. Sí, parece que a algunos les quedó «fácil» montar su negocio pero no podemos quejarnos y enfocarnos en los demás. Movámonos rápido y constantemente, de ahí una de las características más importantes de los emprendedores: la persistencia.